Hombre en una oficina mirando un dashboard

En los últimos años se está protegiendo cada vez más la confidencialidad de los datos de las personas. Es por eso que la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) ha aumentado notablemente las inspecciones que se realizan a las empresas con el fin de comprobar que se está haciendo un uso correcto de los datos de los clientes y usuarios.

Entre otros datos personales, los datos financieros deben ser debidamente cuidados por parte de las empresas y organizaciones.

¿Qué es un dato financiero?

Los datos financieros son todos aquellos que están vinculados a la Hacienda Pública, a las cuestiones bancarias y bursátiles o a los grandes negocios mercantiles.

Por tanto, el tratamiento de los datos financieros exige una protección que consiste en la aplicación de la normativa de protección de datos en las organizaciones económicas y financieras, basada en cómo se adaptan al cumplimiento de los requisitos del RGPD y la LOPDGDD en materia de protección de datos.

¿En qué consiste el tratamiento de datos financieros?

El tratamiento de los datos financieros es muy sensible, por eso exige de una tecnología desarrollada específicamente para tratar con ellos bajo una correcta protección. Dicha protección de datos financieros consiste en el correcto uso por parte de las organizaciones de este tipo de datos. Dentro de este correcto uso cobra gran relevancia la seguridad en el almacenaje en bases de datos ya que estos datos financieros no deben ser compartidos con terceros, salvo que sea la voluntad del usuario en concreto, y deben ser totalmente confidenciales.

En resumen, el tratamiento de datos financieros por parte de las empresas ha de ser muy meticuloso y proteger en todo momento la información financiera relacionada con el usuario.

¿Qué es el open banking?

El open banking es una práctica de compartir este tipo de datos financieros de manera digital. Esta colaboración ha de ser segura y en condiciones aprobadas por los clientes.
Este tipo de apertura de información financiera a terceros se realiza mediante una interfaz de programación de aplicaciones en abierto (API).

El open banking está regulado mediante la normativa europea obligatoria de servicios de pago (PSD2) a través de la cual se obliga a los bancos a conceder acceso a las cuentas de sus clientes a terceros bajo la supervisión del Banco de España. Así, estos datos no pertenecen a los bancos, sino al propio cliente que autoriza su uso a organizaciones mediante tecnologías seguras.

Beneficios del open banking

Este tipo de práctica puede suponer una serie de beneficios:

  • Tanto las pymes como los autónomos tienen un mayor control sobre sus datos financieros y sobre quiénes tienen acceso a ellos.
  • Se pueden obtener servicios más personalizados al permitir un acceso más sencillo a toda la información.
  • Disminuye el tiempo de aprobación de créditos gracias a que el historial financiero se encuentra disponible fácilmente.

Si quieres saber cómo podemos ayudarte en el tratamiento de datos financieros, contacta con nosotros y te ayudaremos como hemos ayudado a otras empresas durante más de 65 años.
 

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