Hombre usando una calculadora

La contabilidad es muy importante en todos los niveles, pero dentro del mundo empresarial cobra aún más relevancia. Llevar de manera correcta la contabilidad puede ser la diferencia entre que una empresa pueda salir adelante y dar beneficios, o encontrar varios problemas y contratiempos a la hora de conseguirlo.


Además, la contabilidad es una de las exigencias normativas a las que tienen que enfrentarse las empresas y constituye un completo sistema de información para la gestión de cuentas y, por tanto, el estado económico de la empresa.


Pero, ¿qué es la gestión de cuentas en una empresa? La podríamos definir como el proceso de control, previsión, planificación y toma de decisiones en base a los resultados de los distintos grupos de cuentas contables.

Esta gestión de cuentas se centra en dos aspectos básicos. El primero de ellos es el balance de la situación, en el que intervienen los activos y los pasivos. El activo son los bienes de la entidad y el pasivo corresponde al patrimonio y las deudas; el segundo es la cuenta de resultados, que es la que indica si las decisiones tomadas para llegar a la situación actual han sido las correctas o no. Aquí se tienen en cuenta factores como el grado de endeudamiento de la empresa o los problemas que puede suponer el retraso en los cobros.


Por tanto, una adecuada gestión de cuentas permite a la empresa administrar de manera óptima las relaciones con los clientes más importantes, buscando la mayor rentabilidad y pensando siempre a largo plazo. La gestión de cuentas permite que las empresas puedan subsistir organizando el capital disponible y las deudas de la empresa y de los clientes para conseguir una cuenta de resultados positiva.

Para llevar a cabo de manera correcta esta gestión de cuentas, en muchas empresas aparece una figura que es la del Key Account Manager. Este profesional se encarga de administrar las cuentas de una empresa estableciendo las relaciones con los clientes a largo plazo. En algunos casos, el Key Account Manager se encarga de gestionar solo los clientes que son claves para la organización, aunque en muchas ocasiones se encarga de todos los clientes.

Además de este objetivo de mantener clientes a largo plazo, otros de sus principales objetivos son:

  • Mayor conexión entre los departamentos de la empresa y mejora de la comunicación tanto dentro de la empresa como hacia afuera.

 

  • Refuerzo de las relaciones con los clientes fijos.

 

  • Aumento en las ventas y de la rentabilidad de los proyectos.

 

  • Seguimiento de la evolución de las relaciones con los clientes en base a unos objetivos e indicadores.

En CTI nos gusta estar cerca de nuestros clientes en todo momento con servicios que les facilitan el día a día. Nuestro servicio de gestión de cuentas a cobrar es uno de ellos, y te permitirá beneficiarte de actuaciones que te ayudarán a mejorar la situación de cobro con tus clientes y a evitar la morosidad para conseguir una cuenta de resultados positiva.

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