Mano de un hombre en una tablet, con un holograma de un iPad

Para poder empezar a entender lo que es la gestión de carteras y su funcionamiento, debemos empezar por el principio; la definición de cartera financiera. 

¿Qué es una cartera?

Una cartera de inversiones contiene todas las acciones, bonos y otros activos financieros de tu propiedad, como el efectivo o los inmuebles. 

Para repartir el riesgo e incrementar tus posibilidades de obtener una elevada rentabilidad, lo ideal es que tengas una cartera que mezcle distintos tipos de inversiones o clases de activos.

¿Qué es la gestión de carteras?

Una vez entendida la definición de cartera, podemos hablar de lo que es la gestión de carteras. Pues bien, la gestión de carteras es la organización de esos activos financieros que son de nuestra propiedad con el objetivo de reducir el riesgo y maximizar la rentabilidad. Esto implica tomar decisiones de inversión calculadas y utilizar estrategias de negociación.

¿Quién realiza la gestión de carteras?

La gestión de cartera puede hacerla un tercero, como por ejemplo un banco, o nosotros mismos podemos gestionar nuestra cartera si tenemos los suficientes conocimientos financieros. También podemos solicitar a profesionales un asesoramiento de carteras.

En este punto, cabe destacar que no es lo mismo asesorar que gestionar. La persona o entidad que gestiona una cartera tiene poder para comprar o vender activos financieros directamente al mercado. Por el contrario, el asesor puede recomendar, pero nunca ejecutar directamente.

Querer que un tercero gestione nuestra cartera es aceptar, mediante un contrato, que un banco, una agencia o una sociedad de valores se encargue de administrar una parte de sus activos financieros, a cambio de pagarle una factura, que va del 0,3% al 0,9% anual del dinero gestionado.

Los criterios para la administración de carteras tratan de crear un sistema que sea compatible con los objetivos del cliente y evite las decisiones arbitrarias o reacciones de pánico o euforia que pueden darse en determinados momentos en la toma de decisiones en los mercados financieros.

En España, aquellas que pueden realizar gestión de carteras financieras son:

  • Sociedades de valores (SV): Pueden gestionar carteras propias y ajenas.
  • Sociedades gestoras de carteras (SGC): Pueden gestionar carteras ajenas pero no propias. 
  • Sociedades gestoras de instituciones de inversión colectiva (SGIIC): Son sociedades con facultad para gestionar instituciones de inversión colectiva. Por ejemplo, fondos de inversión.

Recomendacoines que debes seguir antes de contratar este servicio

Tanto para saber gestionar tu cartera de forma eficaz como para saber contratar un servicio de gestión de carteras, debes estar familiarizado con los siguientes términos. 

Tienes que tener tolerancia al riesgo, ya que, a mayor riesgo, mayor rentabilidad.Si asumes mucho riesgo es posible que ganes mucho dinero o que lo pierdas, pero si evitas el riesgo absolutamente, no es muy probable que ganes ni pierdas. La cartera ideal debería lograr un concienzudo equilibrio del riesgo dependiendo de la tolerancia del gestor. 

Debes saber medir el rendimiento para poder realizar un seguimiento de los posibles errores y conocer la ratio riesgo/estabilidad. En este punto, si utilizas un gestor de cartera, recuerda tener en cuenta su estilo de inversión para gestionar el rendimiento de tu cartera.

También tendrás que asignar los activos de forma correcta para encontrar una estabilidad, es decir, debes saber la mezcla idónea de activos que te puedan ayudar a reducir el riesgo y maximizar la rentabilidad. 

Por último, debes ser consciente de la importancia de diversificar tus activos, ya los gestiones tú mismo o contrates el servicio de un tercero. La volatilidad de los mercados y el riesgo que implica invertir puede reducirse haciéndolo en diversos valores, mercados y sectores diferentes. Así, si un mercado se desploma, no perderás todo tu dinero. También aconsejamos reestructurar habitualmente tu cartera para mantener un buen equilibrio entre riesgo y rentabilidad.

¿Cómo contrato este servicio?

A la hora de valorar la contratación de un gestor de carteras, las opciones son múltiples, por ello, puedes guiarte con lo siguientes puntos:

El banco o la agencia de valores que ofrece este servicio debe preguntarte por tus preferencias, objetivos y conocimientos financieros para hacer su perfil de inversor. A esto se le llama un test de idoneidad. Así, determinará si eres persona más propensa a asumir riesgos o, por el contrario, más conservadora.

También debes tener en cuenta los costes. Las carteras gestionadas tienen unas comisiones muy baratas, podrás encontrar agentes que cobren un 0,3% anual, con todo incluido. En cambio, un fondo de Bolsa mundial, con un perfil activo, puede tener unos costes cercanos al 2%.

Por último, debes fijarte en la rentabilidad que ofrecen. Las carteras de fondos han tenido rendimientos en 2021 que van del 0,2% en las más conservadoras al 17% en las más agresivas.

Debes tener en cuenta que el gestor de un fondo, gestionará nuestro dinero de una manera diferente a una sociedad gestora de carteras (SGC), no se trata del mismo trato. En teoría, las SGC realizan una gestión de carteras personalizada, individualizada y exclusivamente con nuestro dinero. Por ejemplo, si tenemos 10.000 euros, una SGC gestionará esos 10.000 euros de forma individual. Sin embargo, si introducimos esos 10.000 euros a un fondo de inversión, estos serán añadidos al patrimonio del fondo.

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