En muchos sectores no estamos todavía preparados para interiorizar que las máquinas pueden realizar muchas tareas en sustitución de los humanos y desplazarnos en tareas específicas, pero la realidad es que, en muchos casos y situaciones, esto ya ocurre.
Lo tenemos en nuestra vida cotidiana, en la circulación en las calles, la gestión del tráfico, en la robótica más elemental y hasta en nuestros propios vehículos.
La Inteligencia Artificial vino para quedarse y mejorar muchos aspectos de nuestras vidas y de nuestras industrias. En los negocios ya empieza a ser una herramienta vital, ya que tiene la capacidad de combinar con Big Data y aportar en tiempo real datos sobre perfiles de clientes y de esta forma mejorar las técnicas de venta y el alcance de muchas operaciones.
¿Qué es la Ingeligencia Artifical?
Consiste en crear una serie de facultades para las máquinas, haciendo que puedan tomar decisiones, resolver problemas o automatizar procesos. Todo esto a base de alimentar a estas máquinas de parámetros específicos y tratados a través de la tecnología, la ciencia y la computación, con el objetivo final de ahorrar tiempo y dinero.
Beneficios de la Inteligencia Artificial en las empresas
En términos generales, la Inteligencia Artificial en las empresas se emplea para comprender mejor las necesidades de los clientes, de esta forma podrá sugerirles el producto perfecto o que mejor se adapte. Incluso, tiene la capacidad de crear supuestas necesidades que el cliente no había tenido en cuenta hasta ese momento. Así, es fácil de imaginar cómo se llega a agilizar los procesos de venta de los productos de una empresa.
En nuestra vida cotidiana ya nos relacionamos con muchas herramientas basadas en la Inteligencia Artificial y que son, básicamente, las nuevas innovaciones tecnológicas, como el caso de la realidad aumentada o el Internet de las cosas. Las respuestas automáticas que nos encontramos al hacer una consulta en una web con servicio e-commerce y, que nos da respuesta un servicio de chatbots. Todos estos sistemas aprenden y mejoran cuanto más interactúan con los usuarios.
Las empresas llevan décadas aplicando y mejorando procesos con el fin de ser más operativas, dedicarse al desarrollo de nuevos productos o mejorar su acceso al cliente final mejorando notablemente las ventas. Pero todo esto no lo consiguen si no tienen en cuenta estas aplicaciones.
Apoyo a los trabajadores
Es una opinión muy extendida que la Inteligencia Artificial en las empresas perjudica o desplaza a los trabajadores. Sin embargo, a lo largo de todos estos años en los que ya se están implantando y normalizando muchos sistemas y herramientas basados en IA, está demostrado que sirve de ayuda y apoyo en muchas tareas, ya que hace que los humanos puedan dedicarse a tareas más productivas e intelectuales en vez de hacer largos procesos operativos y manuales que llevan mucho tiempo.
Mejoras en Atención al cliente
Como hemos visto, en sectores e-commerce es cada vez más habitual que tengan integrado en la web un sistema de respuestas 24/7 a través de un chatbot. Ofrecen un servicio de asistencia virtual completo y en tiempo real. Todo esto es posible gracias a la Inteligencia Artificial aplicada al servicio al cliente. Las compañías están dedicando mucho tiempo a mejorar estos sistemas y perfeccionar sus herramientas digitales proporcionando un trato más directo con el cliente.
Ahorro de tiempo
Hace mucho que sabemos que el tiempo es muy valioso, y en este caso no es para perderlo o dedicarlo al ocio. En la empresa el ahorro de tiempo se traduce en reducción de costes, y la automatización de procesos favorece notablemente todo esto, dejando lugar a tareas tan interesantes como la innovación, la creación de nuevos productos o la ampliación de mercados y así alcanzar sus objetivos.
Automatiza procesos
Las máquinas y herramientas provistas de Inteligencia Artificial sirven, entre otras muchas cosas, para automatizar procesos. Muchos de ellos se han estado haciendo de forma manual durante mucho tiempo y ahora podemos emplear menos tiempos y menos recursos al poder programar tareas y agilizar procesos, como puede ser una cadena de montaje. Todo medido y pautado al milímetro y con la posibilidad de aprender sobre la marcha de los propios errores del sistema.
Todo, gracias al dato
Como decíamos al principio de este artículo, el Big Data es el alimento de la Inteligencia Artificial. Las empresas están empleando la gran cantidad de datos que tienen para obtener información realmente interesante para su progreso como empresa. Emplean sistemas informáticos que ordenan, gestionan y dan sentido a la multitud de datos estructurados que poseen.
Como era necesario poner en orden y, sobre todo, en valor, toda esta información que disponen las compañías, a esto se ha dedicado el mundo de la transformación digital y tecnológica a través de la Inteligencia Artificial (IA), que ya está tan implantada en nuestras vidas y, sobre todo, en nuestras empresas.
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